Relato V: Infortunio

Otoño, de Leonid Afremov. La mañana irradiaba gracias a un sol poniente en el firmamento. Tan incandescentes eran sus rayos, que los transeúntes circulando en el asfalto de cemento sudaban a borbotones. Atravesando la calzada atestada de autos por doquier, se situaba un edificio. En éste un anuncio con letras fulgurantes, posiblemente por efecto de los potentes rayos al penetrar en él. Al fijar la vista se podía leer: ''funeraria muerto al hoyo'' De dicho edificio un hombre salía de sus instalaciones. Un individuo con aire ensimismado y colérico, cavilaba portentosamente. Sus soliloquios eran de tal grado sonoro, que cualquiera que se aproximara lo suficiente lograría escucharlos con atención. En leves pero comprensibles susurros él decía: -Maldito capitalismo, siempre debe estar el dinero por encima del bien común de las personas. Solo fueron quince días de retraso en el pago de mí velorio y cremación, cómo puede ser eso motivo para que se pierda esto ...