Reseña: Viven: la tragedia de los andes, de Piers Paul Read



La literatura concede al que la degusta, sinnúmero de sentimientos y emociones, desde alegría, tristeza, cólera, temor, expectación, intriga, etc, etc. 

Usualmente cuando un lector se embarca en este viaje, es llevado por una obra de ficción. Con la cual, además de lo anterior mencionado, llega incluso a transportar a los lugares o locaciones descritos en las páginas -dependiendo lo absorto que llegue a estar el lector- mundos fantásticos, paisajes de ensueño, lugares místicos, etc.

Pero existen excepciones, aquellas cuando un hecho real es llevado al papel para ser descrito de forma explícita; entonces, la ficción multicolor es relegada para darle paso a la gris realidad.

《El accidente del avión serie FAU 571, más tarde conocido como la Tragedia de los Andes o el Milagro de los Andes, fue un vuelo fletado que partió de Montevideo, Uruguay, con destino a Santiago de Chile. El 13 de octubre de 1972, mientras cruzaba los Andes, el copiloto del Fairchild FH-227D, que era el piloto al mando en ese momento, creyó erróneamente que habían llegado a Curicó, Chile, a pesar de que las lecturas de los instrumentos indicaban lo contrario. La aeronave comenzó a descender demasiado pronto para llegar al Aeropuerto de Pudahuel y chocó contra una montaña, cortando inicialmente ambas alas y la sección de cola. La parte restante del fuselaje se deslizó por la montaña unos 725 metros antes de chocar contra el hielo y la nieve en un glaciar. El vuelo transportaba a 45 pasajeros y tripulación, incluidos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club, junto con sus familias, simpatizantes y amigos.》

                                                                 Equipo Old Christians.


Piers Paul Read no es uruguayo, tampoco es emigrante y mucho menos fue sobreviviente de la tragedia. En realidad es británico y además de escritor, es biógrafo e historiador.
Tal vez su experiencia en crónica e investigación le valió para ser el indicado, incluso con la aprobación de los sobrevivientes, que  llegaron a facilitarle entrevistas en las que se basó para escribir.

Sobre mi apreciación referente al libro, es mas que decorosa. Paul Read no obvia detalles, estos son expuestos con toda explicites y crudeza. Y es eso-además de estar basado en un hecho real- lo que hacen de la obra una prueba para la susceptibilidad. Además de esto,si incluimos los valores descritos como lo son la amistad, el valor, la fraternidad, el coraje, la bondad y la solidaridad, presentes en buen grado. El resultado final es un libro capaz de no dejar indiferente, conseguir arrancar mas de una lágrima, mantener en suplicio y generar desconcierto. En resumen, una obra capaz de sacudir al ser mas estoico o austero.

Tras su lectura, fue inevitable no buscar entrevistas hechas a los sobrevivientes -obviamente están los filmes basados en el hecho, pero soy mas partidario de la opinión de aquel que vive en carne propia el suceso-
Tras apreciar dichas entrevistas, no faltaron sensaciones tal, al punto de incluso admirar la garra de estos guerreros charrúas. Su experiencia sirve no solo para ver el valor de apreciar las pequeñas cosas de la vida, si no también, para tomar consciencia y hacer a un lado las nimiedades superficiales, la avaricia, las posesiones vanas. Que lo verdaderamente importante es la familia, los amigos, el disfrutar la vida misma.
Lo cual deja mas que claro el autor en su nota inicial: 
tras leer el manuscrito quedaron decepcionados por como he presentado su historia. Creen que la fe y amistad que sintieron en la cordillera no aparece en estas páginas. Nunca fue mi intención desestimar estas cualidades, pero quizá esté mas allá de la habilidad de cualquier escritor expresar la propia apreciación de la experiencia que vivieron.》

                                          Momento del arribo de los helicópteros para el rescate.


"En la montaña yo hablé con Dios. Su amor acrecentó mi fe en él, en mí y en los demás. Me hizo perder el miedo a la muerte enseñándome que es tan solo un paso en la vida, así cada día vivo un día más. Quién le tiene miedo, cada día vive un día menos. Me enseñó que no debo quejarme de lo que me falta, sino agradecer lo que me queda"
_ Javier Methol(sobreviviente de la tragedia de los andes)

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