Reseña: El país de los ciegos, de H.G. Wells

     Ilustración: Elena Ferrandiz.


《En el país de los ciegos, el tuerto es el rey》. . .
_Proverbio.


Un intento de escalar el Parascotopetl, el Matterhorn de los andes, se ve infructuoso para un montañero de nombre Núñez, al sufrir una caída por una ladera nevada. Tras volver en si, el hombre comprueba que existe un valle aislado del mundo por inmensos acantilados, el país de los ciegos.
Núñez se llena de convicción al creer que por esta incapacidad, los habitantes del valle serán  fáciles de someter y gobernar. Pero puede que la realidad no sea tan simple.

Publicado en 1904 en The strand magazine. El país de los ciegos es un relato nada atípico del escritor inglés - si hacemos a un lado la constante de ciencia ficción en otras de sus obras-.

La guerra de los mundos, hace una crítica audaz sobre ese temor presente en las grandes naciones por una inminente invasión. Siendo los extraterrestres solo una alusión a países enemigos.

A su vez, La máquina del tiempo explora el comportamiento humano, y el interés de este por lo desconocido y, el terror o adversidad que ello pueda traer consigo. Teniendo en el contexto de los viajes en el tiempo una premisa mas que idónea.

Finalmente en El país de los ciegos, Wells mantiene el despliegue crítico presente en su obra. Usando la ceguera como metáfora, logra desentrañar el hábito de rechazo social ante lo que no encaje en sus creencias. Dilapidar los ideales de aquél que piensa distinto a la mayoría y, al final, subyugarlo por ser distinto. Buscando así eliminar su modo de pensar.

H.G. Wells es de esos escasos escritores que son garantía de sobriedad, magnanimidad y contundencia. En lo referente a ciertos temas con una envergadura poco o nulamente explorada. Sea por tabúes, prejuicios o censura.
Lo cierto es que el escritor inglés lo consigue. Además de despertar el interés gracias a su soberbia inventiva.

《Lamento haber descubierto a Wells a principios de nuestro siglo: me gustaria poder descubrirlo ahora para sentir aquella deslumbrante y, a veces, terrible felicidad.》
_Jorge Luís Borges.


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