María


 

Oriunda de una tierra basta en riqueza cultural, con grandes exponentes, del arte, como Goya, y las letras, como Miguel de Cervantes.

Escucharla hablar es regocijarse, prestar total atención, quedar absorto. No perderme silaba alguna proferida por sus bellos labios carmesí.

Verla para mi, es lo que para un campista sería  presenciar un atardecer; para un escalador, visualizar la majestuosidad de la cumbre alcanzada; para un agricultor, avistar el primer brote de aquéllo sembrado.

¿Tal vez exagero, María? En absoluto.
Porque, igual al faro que brinda luz desde el muelle en una noche sombría. Tú, con tu inigualable carisma, belleza, inteligencia, juicio, debate, opinión, impresión, gracia, desenvoltura, perorata y objetividad. Has conseguido no solo obsequiarme horas de ameno entretenimiento, sino, además, servirme de guía en momentos de angustia, confusión, ansiedad o depresión.

Recuerdo cierto episodio de crisis existencial hace mas de un año, o, mas reciente, aquélla ocasión hace tan solo unos meses. Cuando, hastiado de las vicisitudes de mi vida, consideraba terminar todo.
Entonces, igual que aquella aparición de Katherine que, logra cambiar el panorama a Heatcliff.
Tú, a través de una notificación de tu canal, logró que desistiera en mi trágica empresa.

"Leed mucho." Son tus palabras tras finalizar cada alocución. Y es gracias, a esa pasión que demuestras al referirte a la lectura. Como conseguí darme cuenta que sin importar lo pululento, superficial, cínico y atroz que sea el mundo. Cada lector siempre tendrá una alternativa. Una oportunidad.

Antes leía por pasatiempo, aunque arraigado el hábito; sin embargo, una fémina proveniente de la tierra del flamenco y la paella. Poseedora de una mirada vivaz, sonrisa encantadora y cabellera oscura como la noche, y, que, como cascada cubre sus hombros. Me hizo descubrir el verdadero tesoro arriagado en los libros.

Siempre llevarás un lugar especial en lo mas recóndito de mi fuero interno, María.

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