Reseña: Los ejércitos, de Evelio Rosero


 

El 26 de septiembre de 2016. Iniciaba el Acuerdo de Paz que buscaba acabar con la violencia de las FARC, la guerrilla más grande en Colombia. Tras más de cincuenta años de conflicto armado.

Tras firmarse dicho acuerdo, la deserción de la antigua FARC dejaría tras de si, el abandono de la mayoría de zonas donde llevaba su operación; seguidamente las reyertas por obtener el nuevo territorio, no se harían esperar entre aquéllos  grupos armados restantes.  

En estas zonas abandonadas por el Estado, las masacres han aumentado considerablemente en los  años sudsiguientes a la firma del acuerdo de paz.  Según datos de las Naciones Unidas, fueron más del doble:
11 masacres en 2017
 29 durante el año 2018
36 masacres en 2019


29 de noviembre de 2006, en el marco de la Feria del Libro de Guadalajara. El jurado del premio –compuesto por Alberto Manguel, en calidad de presidente, Almudena Grandes, Alberto Ruy Sánchez, Francisco Goldman, Beatriz de Moura (en representación de la editorial) y Aurelio Major (en calidad de secretario) otorgaría a Los ejércitos, de Evelio Rosero el Premio Tusquets Editores de Novela 2006.

El jurado destacaría la elegancia, maestría y dramatismo presentes en la obra.

《Ismael, un anciano profesor jubilado, y su mujer, Otilia, viven en el pueblo de San José desde hace cuatro decenios. A Ismael le gusta espiar a la mujer de su vecino, y Otilia suele reconvenirlo, avergonzada. Hasta que el ambiente idílico del pueblo se enrarece. .》

Gabriel García Márquez lograría describir una Colombia tan desconocida incluso para sus propios compatriotas, pero que siempre estuvo allí presente. El premio Nóbel solamente desveló ese país que en sus propias palabras era "una fuente de creación insaciable".
Idiosincrasia, cultura y lugares serían la inspiración para dar a luz el idílico realismo mágico presente en toda su obra. Logrando de esta forma mostrar al mundo otra cara de un país que hasta entonces solo era reconocido por la droga y la violencia.

No obstante, Evelio Rosero en su obra Los ejércitos nos describe la otra Colombia. Una cruda realidad vívida aún hoy en día.
Aquí las mariposas amarillas son relegadas por las balas y la sangre.
El  flagelo de violencia a causa del conflicto armado que muchos territorios de Colombia padecen desde hace mas de medio siglo, queda expuesto en la narración donde se nos describe como el pueblo de San José es invadido por un grupo armado desconocido.
Desatando así una ola de terror, estragos y muerte.

Sobre territorios en Colombia, como el descrito en esta novela. Lugares que llegaron a vivir tal pesadilla, podrían escribirse centenares de libros; no obstante, a continuación mencionó algunos:

-El salado

La masacre de El salado fue perpetrada entre el 16 y el 21 de febrero del 2000 por 450 paramilitares.

-Bojayá

El 2 de mayo del 2002, setenta y nueve personas -entre ellos 48 menores de edad- murieron tras la explosión de un cilindro bomba arrojado dentro de la iglesia Bellavista, ubicada en pleno casco urbano del municipio de Bojayá.

-Mapiripán

Durante cinco días, entre el 15 y el 20 de julio de 1997, paramilitares enviados desde Urabá, torturaron y asesinaron a 49 personas.


El escritor no se reserva nada en la descripción explícita de escenas viscerales, escabrosas y grotescas. Quedando la impresión de estar ante la lectura de una crónica judicial o un reporte de homicidio; al tiempo de hacer una crítica voraz sobre delitos de lesa humanidad presentes también en la narración.


Cuerpos tasajeados, decapitaciones, sicariato infantil, secuestro, minas antipersona, extorsiones, corrupción, desplazamiento forzado, abuso de la autoridad, terrorismo, masacres, despojo de tierras, etcétera.

Personalmente, aunque viva en Colombia, debo agradecer a la providencia la fortuna de no vivir en esas zonas vulnerables, subyugadas y a merced de semejantes vejamenes; no obstante corroboro la denuncia presente durante todo el relato: en Colombia, los pricipales medios de comunicación, fuerza pública y militar. Son solo dosiles herramientas a servicio de un gobierno plagado de corrupción, oportunismo y falsedades.
Un Estado donde la derecha tiranica se ha establecido, inamovible y perpetua.
Un ente que quienes lo conforman solo recuerdan al pueblo cuando lo requieren en elecciones, que una vez culminan -alteradas para su beneficio-, olvidan.
 
Una narración fluida y trepidante, que entre mas avanza el relato, mayor es el grado de crueldad e inhumanidad descritos en el mismo; sin embargo, no es nada que no esté presente en la realidad.
Rosero cuenta además con un estilo lírico que otorgan al relato momentos sosegados, que son necesarios para lograr digerir todo lo que se nos describe. Evitando el morbo y llendo al grano de manera directa, breve pero realista.

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