Reseña: Cómo el leopardo obtuvo sus manchas y otros cuentos de animales, de Rudyard Kipling
¡Marzo Asiático señores!
Durante años fueron Jack London y Horacio Quiroga mis principales referentes en cuanto a obras literarias que usarán como personajes a los animales.
Igual no es secreto para nadie que London, más allá de lobos y perros. La participación de otros animales es muy reducida en sus libros. Pero no por ello dejaba de ser extraordinario el factor sorpresa presente en historias como la del perro Buck, cuando inesperadamente hacía frente a un enorme alcé o la de Colmillo Blanco, siendo aún, un cachorro, enfrentando a un lince junto a su madre.
Por el lado de Quiroga, aún tengo muy presente, a pesar de haberlo leído hace más de ocho años. El enfrentamiento entre una cobra real y una anaconda. ¡Simplemente apoteósico! A pesar de mi fobia a las víboras en cualquier presentación.
En esta oportunidad se suma Rudyard Kipling a esa lista de escritores amantes de la naturaleza y su fauna. Este libro fue una grata experiencia por el nivel de inventiva que despliega su autor. A la hora de idear un escenario en dónde se responda a las siguientes preguntas: ¿Cómo obtuvo sus manchas el leopardo, sus barbas la ballena o su joroba el dromedario?
Alucinante es el adjetivo ideal para describir mi impresión tras la lectura de este libro.
Los hermanos Grimm, Horacio Quiroga y ahora Rudyard Kipling. Un escritor de India conocido mayormente por ser el autor del libro de la selva o Las aventuras de Mowgli y Baloo; de inmediato fue inevitable no encontrar semejanzas con la obra de Jack London. Siendo la principal, esa constante participación de los animales como personajes recurrentes en su obra.
Este ejemplar consta de seis relatos en total. Libro que fácilmente podría leerse en un día en que las ocupaciones y responsabilidades te den un respiro. Pero, desafortunadamente de esas experiencias solo queda un recuerdo lejano. Tanto que me cuesta trabajo, siquiera recordar cuál fue el último libro al que pude dedicarle horas de lectura sin interrupción alguna. En fin. .
Otra semejanza de Rudyard Kipling con el norteamericano amante de los lobos. Es su rauda narrativa.
Estos relatos, por ejemplo. Son sumamente ágiles de interpretación y lectura. Además que poseen ese estilo característico de plática que te hace sentir como si un amigo te estuviera relatando una vivencia personal. Sencillamente locuaz.
•El primer relato trae consigo hasta una referencia bíblica. Sobre la historia de Jonas y la ballena. El humor aunque dócil -soy más de sátiras e irreverencias- llega a construirse y estar presente en momentos puntuales durante la narración.
•El segundo relato es quizás el más breve de esta recopilación. Lo único criticable a mi parecer. Fue como el autor hace a un lado la inventiva mostrada en el primer cuento. En esta oportunidad es la magia la respuesta a la pregunta que se nos plantea en el título. Aún así llegó a sacarme un par de sonrisas.
•El tercer relato se lee tan rápido que una vez lo finalizas. Quedas con la sensación de necesitar leerlo otra vez. Pero no por su complejidad. Todo lo contrario. Si algo he notado que caracteriza el estilo de escritura de Kipling, es su simpleza. Literatura para todas las edades.
La historia nos relata como a los rinocerontes se les terminó arrugando la piel. Nuevamente la imaginación del autor está servida para obsequiar una aventura cargada de momentos divertidos para desternillarse de la risa.
•Cómo el leopardo obtuvo sus manchas es el cuarto relato y aquél, que da nombre a este libro. Hacía años que un relato no me sorprende tanto. Porque si, existen relatos que cumplen su simple propósito de entretenimiento, como aquellos que dejan una enseñanza al lector. Finalmente están los que además, su escritura sorprende por su autenticidad -algo presente en cada uno de los que conforman esta obra- y la construcción de sucesos y sus personajes.
En general, el libro contiene tres relatos que cuentan con estas características. Pero siento que este lo consigue de una manera más especial. A diferencia del relato en dónde un jaguar era un antagonista fácilmente manipulable, por su ausencia de experiencia. En este, es otro felino, el leopardo. Quién ante el descubrimiento de algo que desconoce. No le basta con su experiencia en la caza. Debe aprender y adaptarse ante la adversidad.
El relato del jaguar es una espléndida sátira en toda su estructura. En cambio, este relato del leopardo, opta por ser más serio en su ejecución.
• El quinto relato de esta selección es otra extraordinaria muestra. De cómo este autor maneja la sencillez en su narrativa. Una historia sobre un elefante con sed de descubrimientos. Se embarca a una aventura en dónde solo lo mueven los deseos por aprender, su curiosidad e inocencia.
Durante su lectura caí en cuenta en una inmensa diferencia entre este autor y Jack London.
Una muy importante: Que al menos en estos relatos, aún no me he encontrado con la primera historia con momentos truculentos o muy maduros. Pero he allí el encanto en la pluma de Kipling. Son las moralejas el espíritu en sus historias.
• El sexto y último relato es quizás, el mejor de todo el libro. En esta oportunidad el autor lleva su imaginación hasta el punto de abordar la evolución animal de una manera sumamente jocosa. Tres personajes serán los responsables de mantenerte leyendo y hacerte reír.
También es un relato en dónde el autor pone a prueba a sus lectores a través de charadas y juegos de palabras. Demasiado ingenioso.
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