Reseña: Relatos escalofriantes, de Roald Dahl
Han sido muchos los relatos que han logrado dejar una sensación de vacío en mi interior tras su lectura. Normalmente esto llega a pasar con el horror. Pero así como existen muchísimos exponentes prolificos en este género, también están aquéllos que curiosamente llegan a sorprenderte. A pesar que toda la vida los asociaste a otros tipos de lectura ajenas al genero del terror.
Roald Dahl fue un escritor, novelista, cuentista, poeta y guionista británico de ascendencia noruega. Conocido mundialmente por sus libros de literatura infantil. De los cuales podríamos destacar títulos como: Matilda, Las brujas, Charlie y la fábrica de chocolates, entre otros.
Entonces cuál fue mi sorpresa, semanas atrás, cuando, mientras visitaba una feria de libros de segunda mano. Me he encontrado entre los libros arrimados de una mesa, una antología de relatos escalofriantes de Roald Dahl. Al principio asumí que eran los típicos relatos infantiles con un contexto menos socarrón o irónico. Qué según llegan a tener algunas de sus novelas. Pero algo totalmente alejado a la realidad fue mi hallazgo. Porque según la introducción del libro. Roald Dahl tuvo una época inicial en dónde llegó a escribir historias dirigidas a adultos, y solo años más tarde sería cuando descubre que era en el público infantil en dónde se hallaba su futuro como escritor.
Relatos escalofriantes es una antología que consta de seis relatos cuya extensión no sobrepasa las doce páginas el mas breve o veinte páginas el mas largo.
El primero, titulado El Tatuaje, narra la historia de un hombre que tras detenerse frente a la vitrina de una galeria de arte. Queda extasiado al descubrir que aquél cuadro expuesto es de un amigo al que conoció décadas atrás; a continuación y gracias al cuadro expuesto, el hombre comienza recordar como este amigo artista, a quien enseña a tatuar. Le realiza en su espalda el retrato de su entonces esposa.
El relato maneja muy bien el desarrollo de tres personajes y la trama se desarrolla entre vísperas de la primera guerra mundial y meses después de concluir la segunda. Tristemente, este hombre se encuentra en una situación de total desesperación debido a la falta de recursos para poder subsistir. A partir de aquí, la historia toma un camino que embarca situaciones tanto de osadía, otras en dónde destacan la incomodidad y finalmente un desenlace que haría estremecer al mismísimo Clive Barker.
Creo recordar que una sensación así de repelús solo llegó a transmitirmela un relato de Shirley Jackson, titulado La lotería. El cual también recomiendo mucho su lectura.
El segundo relato titulado Cordero asado, fue inevitable que no me llamara la atención su título tan peculiar. Al principio imaginaba una historia totalmente distinta a la que me encontraría. Porque desde el vamos te deja en claro que estás ante las páginas de un suspense cargado con aires a novela de crimen. Algo que viniendo de un autor cuyo mayor fuerte es la literatura infantil. No solamente te deja perplejo, si no que además, consolida al escritor como alguien sumamente versátil. En fin, que este segundo relato está cargado de intriga, tensión y mucha imaginación para plantear una escena del crimen, su móvil, arma homicida y la forma en que el culpable logra armar toda una coartada creíble.
Un cuento africano es de esas lecturas que te mantienen al borde del asiento leyendo sin pausa alguna. En esta oportunidad la imaginación de Dahl nos sumerge en una historia cuyos acontecimientos se llevan a cabo en una población en Kenia, África. Pasamos de un piloto de guerra amante de los animales, un personaje con una conducta desleniable y un anciano cuyo resentimiento lo lleva a orquestar toda una venganza. Un relato impresionante que dudo olvidar en mucho tiempo.
Galloping Foxley es otra inesperada sorpresa que aguardaba ser leída por mí. Para evitar revelar muchos detalles, debido a que es de esas lecturas que entre menos contexto tengas, mas disfrutable será la experiencia. Solo diré que está inspirado en una vivencia del autor cuando llegó a ser víctima de bullying escolar.
El cirujano es otro relato en dónde Roald Dahl demuestra su capacidad narrativa, inventiva y versatilidad. Aunque siento que el relato pudo pulirse más, llevándolo a una sátira tipo La aventura de las doce sillas. Pero en esta ocasión con un diamante. No obstante el relato es ameno de leer, pero quedas con esa sensación que tenía potencial para una novela.
El deseo es por lejos el relato más ingenioso de toda la antología. La premisa es simple: un niño estando en su casa jugando. Se embarca a la aventura de su imaginación. Recreando en la alfombra de la sala. Un camino lleno de trampas aterradoras. En dónde su misión será atravesarla sano y salvo.
El relato logra que rememores nostálgicamente esa época en dónde no existían más preocupaciones que pasar el año escolar y llegar a tiempo para ver las caricaturas de la tarde. Esa época en dónde el límite lo imponía nuestra basta imaginación.
El campeón del mundo es un relato casi perfecto. Su único lunar se encuentra en su desenlace sin consecuencias para sus dos protagonistas. No sé, esperaba una conclusión algo mas tipo Otra vuelta de tuerca, de Henry James. Sin embargo, al igual que todos los relatos de esta colección. Este no se queda atrás en cuanto a cumplir con lo referente a una buena lectura. Obsequia al lector una premisa atractiva sobre un tema que al menos yo, desconocía.
Comentarios
Publicar un comentario